jueves, mayo 11, 2006

Palabras....

Cuánto poder tienen las palabras. Y a veces, cuán inconscientemente las usamos. Casi sin darnos cuenta las esgrimimos en pos de nuestra necesidad o placer. Pero las palabras no van solas, necesitan tiempos y estados pues solas no funcionan. Qué difícil se me hace escribir de las palabras, parecería que se dan por aludidas y dejan de afluir a mi mente cuando pienso en ellas, en su verdadera forma. Parecería que cuando uno quiere determinarse ellas se rebelan, así que simplemente, a modo de trato o de un buen acuerdo, las voy a dejar llevarme por donde ellas quieran ir y tomar lo que necesite de esos caminos.Comunicación. Palabras. Expresiones.Dependiendo en quién estén depositados el mundo puede ser verde, azul o rojo. Puede abarcar mil matices o no mostrar ninguno.Herramientas que pueden ser usadas para un buen fin o para uno malo. Pero ellas, tan imparciales, tan lejanas al juicio humano, nunca lo sabrán. Son a su vez herramienta y titiritero, pues a ellas utilizamos y ellas nos utilizan.Las palabras pueden encerrar y a su vez las mismas palabras pueden liberar. Pueden ser carceleros pero ellas nunca estarán encerradas, son demasiado etéreas, demasiado sutiles como para poder guardarlas bajo llave. El encierro o la liberación solo depende de nosotros. Es nuestro privilegio y nuestra carga, las palabras se encuentran en un plano donde las afectaciones humanas son nulas.Transformistas en la pura esencia, cambiantes, lo que hoy sean tal vez mañana no exista, son el tiempo mismo en forma de...de qué? Es tan complicado definirlas claramente, sin caer en juegos de palabras, en vueltas retorcidas abstenidas de una simple comprensión a la ligera, en pasajes entre una y otra expresión.Tanto poder a la vista de todos, y tan desapercibido pasa a la gran mayoría. Una sola, una sola palabra puede esconder tantos significados dentro de sí. Y es extraño, pues ya de por sí la palabra poder, como se concibe en la actualidad, no es el uso que intento aplicar en este momento. Intento referirme a poder como conocimiento de uno mismo y del entorno, como crecimiento del ser, como liberación personal. Poder, como esta enmarcado en los tiempos que corren, es poder sobre otro, supervivencia del más fuerte, dominio. Una palabra, como tantas otras, que a través del tiempo fue cambiando su expresión aparente conforme a la ambición de unos pocos, para ser aplicada como un yugo al resto.A través de la palabra, la expresión de la comunicación, el nombre inventado para intentar abarcar algo tan extenso, se sucede todo un entorno, casi como un juego. Una palabra no dicha puede ser un silencio sufrido. Una palabra dicha puede ser una herida mortal. Una palabra no dicha puede ser un silencio disfrutado. Una palabra dicha puede ser el motivo de una felicidad.Y alguien vió el detonante? Nadie nunca, pues es tan abstracto, tan intangible que a veces creemos que no existe al no ser físico. Lamentablemente en nosotros prevalece la consigna de ver (tocar, existir como un objeto físico, definir con forma puntual) para creer. La abstracción existe, así como todas las cosas que se suceden dentro de ella, solo que no puede ser comprendido como algo puntual y ahí reside la principal dificultad y el escepticismo para aceptarla y comprenderla . El tiempo, que es uno de los íconos de abstracción, dentro de ésta no existe con forma de segundos, horas o minutos, sino que es una extensión de otros fenómenos, como ser las palabras y está estrechamente relacionado con los mismos.El descreer de algo que no podamos ver en forma directa es nuestra primera barrera, nadie más que nosotros mismos la hemos puesto delante del camino y nadie más que nosotros mismos somos capaces de quitarla.En los juegos de palabras el juego empieza cuando ellas, como una especie de detonante, se vuelven presentes en nuestra mente con persistencia. El juego no empieza cuando las escribimos o las leemos, sino que empieza mucho antes, cuando aceptamos que existe y decidimos querer jugarlo. Es entonces cuando nos damos cuenta que hasta en las frases mas simples, en las pequeñas palabras dispuestas una detrás de otra, como fichas de dominó formando una figura, subyace otro significado, cuando no mas de uno. Es en ese momento que si decidimos empujar la primera ficha que producirá el efecto dominó podremos ver las mismas cosas, con los mismos ojos, solo que de otra manera. En esencia seguiremos siendo los mismos, al igual que el entorno, no somos nosotros ni el resto, sino que es la percepción la que cambia, la que se transforma. Y ver el efecto dominó, y ver el resultado del mismo es algo que realmente deleita a los que estén dispuestos a verlo con plena aceptación y con la mente abierta.Es imposible hablar de las palabras sin tener una decisión fija sobre lo que decir, somos tan vulnerables a ellas como un hijo a su madre. Gradualmente se deslizan de una letra a otra hacia el punto donde ellas quieren llegar. Dejarlas ir y hacer su voluntad, siendo nosotros un catalizador, es algo delicioso. A ésto le llamo catarsis, tanto al hecho de que las palabras fluyan plenamente así como al hecho de escribir casi sin disponerme una pauta acerca de que, como lo estoy haciendo ahora.Concebimos la idea y la plasmamos o la idea siempre existió y nuestra única tarea fue interpretarla? Somos creador o canal de las creaciones?Tal vez ambas cosas, si no estuviésemos dispuestos a aceptar una idea en nuestra mente la idea nunca podría anidar en nosotros. Si no estuviésemos dispuestos a aceptar nuestra capacidad de crear tampoco podríamos ser un canal por donde la creación fluya. Qué significa lunático ahora? Cómo están vistos por la sociedad? Qué es un pensador activo en la actualidad? Se lo archiva como rebelde y sus palabras, sus expresiones son catalogadas como inservibles, como incoherentes.Lunático, loco, pensador, estudioso, aventurero, conocimiento, rebelión, filosofía, poder, oculto, ideas, expresión, búsqueda, libertad. Palabras relacionadas entre sí, palabras que intentaron separar y catalogar en listas diferentes, así como tantas otras. Pero el conocerlas, el saberlas con todas las artimañas puestas por la sociedad y atreverse a ver más allá de esas capas te hace ver que todas tienen una única raíz en común.Sí, es verdad, si estudias las palabras, si te creen loco por pensar y tener una filosofía de vida diferente, si creés en el significado oculto detrás de las cosas, si ves la vida como una aventura y tenés sed de conocimiento, si rechazás las poses actuales e intentás tu propia rebelión, ya sea solo o con un intercambio de experiencias y aprendizajes, si tenés ideas, si buscás la expresión de las mismas, la libertad a través de ellas. Si todo esto y miles de facetas más son las que sentís; sí, es verdad, tenés poder. Poder en su esencia pura. Quitale todas las capas de pinturas que la humanidad le puso a medida que fue necesitando hacerlo. Poder en esencia pura es una pequeña e inestable partícula.Alguien dijo una vez algo así como: si quieres probar la integridad de una persona dale poder. No creo que el poder en esencia se pueda dar pues no es de nadie, pero si puede haber detonantes que te hagan descubrirlo. La verdadera prueba de integridad es estar constantemente expuesto a él sin corromperte. Seguir siendo vos mismo, aceptando el hecho de que tenés poder y armonizar con ello.No lo voy a negar, el poder es un arma de doble filo, como todas las abstractas, pero no es eso una justificación para temerle. Aceptarlo o no es tu decisión. El poder puro esta a tu disposición, así como a disposición de cualquiera que lo busque sin malas intenciones.El poder es algo neutral, somos nosotros quienes no lo somos.Las fichas están puestas en el tablero. Vas a jugar?