domingo, mayo 28, 2006

Una visión

Un pequeño cuento.....

-No me dejo ver, no me dejo ver! - Retumbaba su voz - Todo en lo que creas no existe en realidad.
Su risa reverberando en mis oídos....hasta eso era un imposible. No! No podía ser así! Aquello si existía, ella existía también.
Yo creía en esa pequeña y en su risa y en sus ojos. En toda ella. Podía darle forma y reconocerla hasta en la oscuridad mas absoluta.
Vislumbré, aún sin saberlo, con mente confusa e ideas dispersas....tal vez sería uno de sus tantos juegos.
-No me dejo ver! Sos capaz de encontrarme aun estando ciego? - Otra vez sus palabras que me despegaban de la realidad, como un adhesivo del papel que lo resguarda. No tuve miedo por ello, pero fue extraño, como cada vez que ella lo hacía. Era nuevo una y otra vez, y nunca lograba acostumbrarme, justo como un sueño.
Tan hermética y tan críptica, siempre preguntándome pero nunca contestando en claro. Siempre haciéndome desear un poco mas de lo que me dejaba en cuentagotas. Sonreía siempre, aunque ocultase tanto, pero lo que ella desconocía era que entre sus encías se escapaba parte de su ser y se hacia visible a quien quisiera verla mas allá de un reflejo tintineante (cosa que para la mayoría era, solo una lucecita fugaz y distante).
-Seguís sin encontrarme? Tan ciego te sentís? - Inquirió burlona.
-No estoy ciego, sólo que no veo como desearía hacerlo - Le contesté.
No contestó, solo oí un susurro, una risa tal vez? Una huella? Acaso premeditado? Acaso sin querer?
Sus laberintos retorcidos me habían perdido una vez más. Me senté contra una de las paredes del lugar sin salida donde había quedado. Todo aquello era cálido, como un amanecer. Quieto, casi inerte, intenté buscarle una solución al enigma con el que ella me desafiaba. Repasé una a una sus palabras y destaqué dos, ella solía jugar con los sentidos y los significados, haciéndome caer una y otra vez en sus desvaríos. Crear....realidad....que relación podía tener esto con encontrarla?
A que le temés? - Le pregunte.
En este momento al desasosiego - Contestó desde algún lugar.
No conseguía verla, ella tenía razón, o tal vez sus palabras me habían condicionado, estaba ciego. Y otra vez sus juegos y vaivenes de palabras. Sólo si le pedía una respuesta clara ella respondería transparente como el agua. Pero no quería eso ahora, quería salir como había entrado. Llámenle orgullo, yo le llamo diversión.
-No temés estar ciega?
-Aun ciega sabré de que fuente he de beber y de cual no. Quién sabe si no estoy ciega desde hace ya tiempo.
Mi mente no podía hilar pensamientos, mi corazón estaba acelerado. Sus preguntas y respuestas en apariencia no conducían a ningún lado, aunque sabía que no era así, que tenían relación, pero estaba tan confundido que no podía enfocar toda mi persona hacia el mismo punto. Sus palabras....crear (o creer tal vez...) y realidad, era lo único que veía claro.
La luz apenas despuntaba y casi todo era penumbras, pero, en realidad aquello existía físicamente? Mis estados, mis percepciones, mis pensamientos y sentimientos existían físicamente? Claro que no, no era la realidad "conocida", era lo que habíamos creado para la ocasión, lo que estaba creyendo en ese momento. Y entonces comprendí el doble juego de sus palabras. Tenía los ojos cerrados porque nunca había querido abrirlos.
-No me dejo ver - Dijo una vez más.
-Yo puedo verte.
-Donde estoy? - Pregunto ella expectante. Supe que sonreía, supe que ella sabía lo que yo sabía y supe todo lo que ella sabía como si fuera un saber propio.
-Frente a mí.
-Así es - Dijo ella en un susurro, mirándome a los ojos. Allí donde nunca antes había visto con detenimiento estaba ella. Siempre había estado. Sentada frente a mí, esperándome pacientemente. Mis ojos se habían abierto, podía contemplarla. La abracé, sintiéndola como lo que era, vida.
-Volverás a no dejarte ver? - Le pregunté sintiendo su respiración sobre mi hombro.
-Sólo si te olvidas de vos mismo y de mí.
Y afuera, el día destellaba, ya no había laberintos que me impidiesen verlo.